El Gobierno de la Provincia del Neuquén, a través del ministro Gustavo Fernández Capiet; la Cámara de Guías y Profesionales de Pesca Deportiva, la Fundación Tierras Patagónicas, y los propietarios ribereños firmaron un acuerdo histórico en las oficinas del ministerio de Turismo de San Martín de los Andes.
El convenio representa un hito para la conservación de los recursos naturales ya que establece un marco de gestión integral para tramos específicos de los principales ríos del sur de Neuquén: Collón Curá, Aluminé, Chimehuín y Caleufú. Este acuerdo representa un compromiso compartido para preservar el medio ambiente mientras se promueve el desarrollo económico a través del turismo y la pesca deportiva.
“El acuerdo sienta un precedente histórico en la gestión de nuestros recursos naturales, asegurando un equilibrio entre el uso recreativo y la conservación ambiental,” afirmó Fernández Capiet.
Se trata de un compromiso conjunto para el cuidado de los ríos. El convenio establece un marco colaborativo para el uso responsable de los ríos, involucrando a guías de pesca, propietarios ribereños y organizaciones ambientales en un esfuerzo coordinado para proteger estos valiosos ecosistemas. La participación de guías habilitados de Neuquén permitirá una regulación efectiva y un uso ordenado de los recursos, apoyando tanto la conservación como el desarrollo turístico de la región.
“Este acuerdo refuerza nuestro compromiso con la preservación del recurso. Estamos comprometidos a trabajar para proteger la salud de nuestros ríos, garantizando su sustentabilidad para las generaciones futuras,” señaló Augusto Matus, presidente de la Cámara de Guías.
Uno de los aspectos centrales del convenio es la creación de una Mesa de Trabajo Permanente, un organismo coordinador compuesto por representantes de todas las partes firmantes, incluyendo propietarios ribereños. La mesa se reunirá al menos dos veces al año para evaluar el uso de los recursos, coordinar acciones de manejo y ajustar las políticas de acuerdo con los resultados de estudios científicos y datos de monitoreo. Esta estructura asegura una toma de decisiones basada en consenso, promoviendo la gestión adaptativa y la conservación a largo plazo de los ríos.
“El establecimiento de una mesa de trabajo permanente es un avance significativo que nos permitirá abordar de manera coordinada los desafíos de la conservación, integrando el conocimiento local y la ciencia para lograr un uso sostenible de los ríos,” explicó Maximiliano Knüll, presidente de la Fundación Tierras Patagónicas.
El acuerdo establece una delimitación de áreas críticas y un marco de regulación que incluye la creación de una Mesa de Trabajo Permanente, en la que participan el Ministerio de Turismo, la Cámara de Guías, la Fundación Tierras Patagónicas y propietarios ribereños. Esta mesa definirá las zonas de acampe y accesos al río, con el fin de reducir el impacto ambiental y asegurar la correcta gestión de los residuos en las áreas seleccionadas. Además, se firmarán actas complementarias para determinar los puntos exactos de intervención y se revisarán regularmente en base a los datos obtenidos.
Para evaluar y proteger el ecosistema, el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) junto con la Fundación Tierras Patagónicas realizará monitoreos constantes sobre la calidad del agua y los recursos pesqueros, lo cual permitirá ajustar las políticas de conservación. Asimismo, se exige capacitación obligatoria en manejo de fuego para guías de pesca y campamenteros, que será organizada anualmente por la Cámara de Guías y el Sistema Provincial de Manejo del Fuego, estableciendo un examen de certificación como requisito esencial.
El acuerdo también contempla medidas de seguridad, incluyendo la colaboración de los propietarios ribereños en situaciones de emergencia y la regulación estricta del uso de fuego, restringido sólo a zonas habilitadas. Además, el ministerio de Turismo supervisará el uso responsable de los recursos naturales conforme a la Ley 2536 y su Decreto reglamentario N° 1.777/07, con sanciones específicas para infracciones, y se prohíbe la instalación de campamentos fijos, exigiendo el desmontaje diario para preservar el entorno.
El convenio aspira a convertirse en un modelo de gestión sostenible para otras áreas de la Patagonia, integrando la colaboración público-privada y utilizando datos científicos para guiar la toma de decisiones.
